El Clima Organizativo, ¿es medible?

El Clima organizativo es un concepto que todo el mundo parece conocer, que se tiene clara cuál es su interpretación e, incluso aunque es algo complejo se sabe a qué hace referencia cuando se habla de ello.

Pero ¿verdaderamente sabes lo que es el Clima Organizativo? ¿Crees que es algo medible o que por el contrario es un ente abstracto que está ahí, en el aire, pero con escasa utilidad?

Cuando hablamos de Cultura organizativa, sin embargo, nos vienen a la cabeza ideas mucho más claras, más definidas, más tangibles a la hora de medir las características que la componen y, por lo general, tenemos una idea mucho más detallada de cómo enfrentarnos a una evaluación de cultura en la organización y como, después de ella, mejorar la seguridad y la eficacia.

Pues tengo dos noticias para ti, una buena y una mala. ¿Por cuál quieres que empiece? Como siempre se dice que es mejor empezar por la mala, así lo haré. La mala noticia es que el clima organizativo, efectivamente es más difícil de controlar, de manejar y hasta me atrevería a decir que de medir. Cuando nos referimos a Clima organizativo nos referimos al constructo abstracto esos constructos abstractos n de las percepciones individuales de los trabajadores de una organización. Es mucho más complejo medir sensaciones, emociones o percepciones que medir o evaluar la eficacia de los procedimientos o los procesos de promoción interno. Sin embargo, y aquí viene la buena noticia, el clima organizativo, por complejo que parezca, se puede cambiar. Y si se puede cambiar, obviamente se puede medir.

En Martin Brainon, no creemos en la diferenciación entre Clima y Cultura en organizaciones con altos requisitos de seguridad y fiabilidad, para nosotros son las dos caras de una misma moneda. No se puede hablar de cultura sin hablar de clima, y viceversa. La una no puede convivir sin la otra.

Esto nos permite alinear perfectamente los componentes y características que conforman los constructos de Cultura y Clima. Además, es importante resaltar que tanto la Cultura, como el Clima no tienen que ser idénticos en todos los grupos dentro de una misma organización, por lo que para medirlo es necesario realizar una correcta segmentación en grupos.

Para nosotros los componentes que subyacen de las evaluaciones de Cultura y Clima son aspectos perfectamente medibles tanto para la Cultura que es el conjunto de los supuestos básicos, valores y creencias que guían la manera en la que las personas de una organización se comportan entre sí, abordan su trabajo e influyen en todo el proceso de toma de decisiones; como para el Clima que es el conjunto de percepciones que los trabajadores tienen acerca de la manera en la que las personas de una organización se comportan entre sí, abordan su trabajo e influyen en todo el proceso de toma de decisiones.

Es evidente que, tanto una cosa como la otra va a influir y va a ser influido por cualquier situación que suceda, sobre todo teniendo en cuenta una visión sistémica de la organización, en la el todo es mucho más que las partes.

Y hay que estar predispuesto a medir o evaluar las percepciones de los trabajadores, porque ellos son el motor de la organización, y nadie mejor que ellos pueden saber, de primera mano lo que sucede en el trabajo diario.

Y tú, ¿Te animas a conocer lo que piensan realmente tus trabajadores de la organización? ¿Te animas a hacer una evaluación de Cultura y Clima y a realizar los cambios necesarios para mejorar? Si es así, te ayudaremos encantados.

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