Bienvenido otoño

Esta semana ha comenzado el otoño, el pasado lunes a las 9:50 dejamos atrás el verano y comenzamos esta nueva estación. Para mí, el otoño significa volver a la rutina y empezar a olvidarme de las maravillosas historias vividas durante el verano.

El otoño comienza con el equinoccio de otoño y finaliza con el solsticio de invierno. Es la estación en la que la temperatura empieza a bajar y las hojas de los árboles caducos empiezan a tornarse en color ocre para posteriormente caer ayudadas por el viento otoñal.

Ya se conoce como los ritmos circadianos afectan al desempeño, pero, y las estaciones, ¿cómo afectan a nuestro cerebro? Un reciente estudio neurocientífico de la Universidad de Lieja, Bélgica, investigaron sobre la estacionalidad en las respuestas cognitivas del cerebro humano. Y esto no es más que ver la manera en la que nuestro cerebro responde en función de la estación.

En su estudio, los 28 participantes resolvían dos tareas cognitivas diferentes mientras se sometían a una fMRN (Resonancia Magnética Funcional). Las respuestas cerebrales a ambas tareas variaron significativamente según las estaciones, pero la fase de estos ritmos anuales fue notablemente diferente, hablando de un impacto complejo de la estación en el desempeño del cerebro humano.

Una de las tareas estaba relacionada con atención sostenida, en el estudio se concluyó que las respuestas máximas y mínimas se ubicaron alrededor de los solsticios de verano e invierno, respectivamente. Por otro lado, para la tarea de memoria de trabajo, se observaron respuestas máximas y mínimas alrededor de los equinoccios de otoño y primavera.

Sin duda estos hallazgos muestran que la función cognitiva cerebral es afectada por la estación en la que nos encontramos.  Este estudio mostró que la temperatura, el clima o la época del año afecta al funcionamiento cerebral. Pero ¿qué cambios hay entre las estaciones?

El principal cambio es la duración del día, o lo que es lo mismo, la cantidad de luz solar recibida. A mayor cantidad de luz recibida mayor será nuestra atención y, por lo tanto, mayor nuestra posibilidad de captar información de nuestro entorno y eso, sin duda, lleva a la mejora del desempeño.

Ahora que ya lo sabes, no dejes que tu cerebro trabaje en modo automático y cuando necesites desarrollar tu seguridad aplica toda tu atención para mejorar los procesos cerebrales y tu desempeño.

¿Qué vas a hacer ahora para mejorar tu capacidad de atención en las estaciones menos proclives para ello?

R.A.