¿Qué es la resilencia? ¿Se nace con resiliencia o se puede desarrollar? ¿Qué características tienen las personas resilientes?
La resiliencia es una palabra prácticamente omnipresente en todos los perfiles buscados hoy en día por las empresas junto con otros adjetivos y descripciones similares: asertivo, capacidad de trabajar bajo gran volumen y estrés, autogestión…
La palabra resiliencia proviene del término latín resilio, que significa «volver atrás, volver de un salto, resaltar, rebotar».
Adaptando esta descripción al uso en psicología y otras ciencias sociales, las personas residentes son las que, a pesar de sufrir situaciones estresantes, dolorosas o desfavorables son capaces de recomponerse tras ellas y no permitir que los hechos negativos los afecten más allá del propio suceso en sí.
Existe un debate abierto sobre si la persona resiliente nace o se hace, es decir, si las cualidades o características de una persona resiliente son innatas o pueden aprenderse.
Diversos estudios aseguran que la resiliencia se aprende en la infancia más temprana, cuando los niños son criados en entornos seguros y favorables, siempre y cuando se les permita desarrollar sus capacidades con cierta libertad, pudiendo así tomar iniciativa en sus decisiones y primeros experimentos vitales, sabiendo que de tropezarse o herirse, serán socorridos.
Por otra parte, la neurociencia asegura que las personas resilientes tienen mayor capacidad de gestionar el estrés y soportan mejor la presión, sintiendo así mayor capacidad de control en diversas situaciones y la iniciativa que mostremos frente a estas.
Pero, ¿sabemos realmente qué hace a una persona ser resiliente?
Según el libro “El ser resiliente”, las personas resilientes cumplen 7 características imprescindibles:
- Perspicacia: la objetividad y el autoanálisis son imprescindibles en este tipo de personas. Mandar “balones fuera” o adoptar actitudes victimistas no forman parte de su personalidad.
- Independencia: el individuo es capaz de autoabastecerse, no siendo dependiente física ni emocionalmente de otros.
- Ligada a otros: disfrutan de la compañía de otros y cuidan de su entorno social, siendo conscientes de que son parte de una estructura mayor y enriqueciéndose con las experiencias compartidas.
- Iniciativa: amor propio y seguridad son esenciales, puesto que permiten dar un paso al frente cuando es necesario tomar las riendas de la situación.
- Creatividad: Para ser capaces de transformar ese acontecimiento negativo o doloroso en algo útil.
- Humor: el individuo es capaz de tomar distancia y relativizar los hechos, pudiendo incluso ver y sentirlos divertidos en un momento dado.
- Sentido moral: la ética debe estar presente constantemente y ser la piedra angular de las decisiones de este tipo de personas.
En resumen, la resiliencia es un conjunto de características que nos hace más autónomos, decididos y felices, no solo en el ámbito laboral si no en todas las áreas de nuestra vida.
Y si bien es cierto que podemos no haber nacido con ella, durante nuestra vida se nos presentarán diversas situaciones que nos permitirán desarrollarla o continuar fortaleciéndola.
V.d.C