¿Por qué una persona exitosa en un puesto técnico fracasa cuando le ascienden a un puesto de gestión? ¿Por qué algunos equipos de trabajo tienen un alto rendimiento y otros no?
En las últimas décadas, la introducción de la neurociencia en el ámbito de la empresa ha supuesto un gran avance para dar respuesta a estos interrogantes. Las investigaciones neurocientíficas producidas en los últimos 20 años nos permiten conocer cómo funciona el cerebro ante determinadas circunstancias, lo que facilita la implementación de estrategias y técnicas de liderazgo organizativo innovadoras.
Néstor Braidot define el neuromanagement como la aplicación de la neurociencia a la gestión empresarial, explorando todos aquellos mecanismos, tanto intelectuales como emocionales, que se vinculan con la dirección y gestión de las empresas.
El neuromanagment tiene como objetivo aplicar los conocimientos sobre el cerebro en situaciones de gestión dentro de una organización, independientemente de su tamaño.
El principal y más importante eje del neuromanagement es la toma de decisiones. Las decisiones se ven condicionadas por las experiencias que vivimos. En muchas ocasiones, las experiencias son generadas de forma inconsciente a causa de la gran cantidad de información simultánea procedente del entorno.
Para trabajar este aspecto, es recomendable emplear técnicas de autoliderazgo emocional como, por ejemplo, resignificar experiencias o aprender a percibir el entorno, generando una mayor densidad de atención.
Por otro lado, tanto quienes toman las decisiones como quienes viven las consecuencias de las mismas, van a manifestar una respuesta emocional hacia ellas. Por ello, a la hora de organizar una tarea específica o delegar un trabajo concreto, un buen líder debe tener en cuenta cómo piensan y razonan sus colaboradores, de esta manera se fomenta la mejora de la eficacia y eficiencia de los líderes y los integrantes de los equipos de trabajo, y por lo tanto, de una organización.
La aplicación del neuromanagement supone beneficios positivos para una organización, de entre los cuales cabe destacar los siguientes:
- Mejorar la comunicación al adaptar los mensajes al lenguaje cerebral del receptor.
- Incrementar las capacidades cognitivas y emocionales para responder de forma eficiente en situaciones de estrés o crisis.
- Aumentarla adaptación frente a los cambios, debido a una correcta toma de decisiones.
- Mejorar la motivación de los colaboradores, dado que se activan los sistemas de recompensa cerebral.
Conocer las claves del funcionamiento del cerebro nos aporta una guía para gestionar a las personas. A través del neuromanagement, las organizaciones se trasforman en ámbitos donde las personas pueden desarrollar su potencial intelectual y humano.
¿Y tú? ¿Preparado para aplicarlo en tu organización?
V.A