Gestión del riesgo y tiempo libre, ¿Son compatibles?

¿Se puede gestionar el riesgo en el tiempo lúdico? ¿Tiene sentido? ¿Cuál es la mejor forma de hacerlo?

En plena época estival, aprovecho para descansar y desconectar. Las vacaciones son mi recarga. Pero, pese a esto, hay una cosa que nunca dejo de hacer, y es, ser consciente del riesgo al que me expongo, para gestionarlo de manera eficaz. Además, este año estoy aprovechando para restaurar algunos muebles antiguos y, pese a que lo hago en mi tiempo libre, no dejo de lado la gestión del riesgo.

En entornos no laborales, tendemos a disminuir nuestra percepción del riesgo, es decir, nuestra valoración subjetiva sobre la posibilidad de que ocurra un suceso no placentero, es menor.

La primera razón es que nuestra atención no se focaliza en los riesgos: nuestra atención se va a disfrutar del sol, a los planes que tengo que hacer o cómo voy a organizar determinada comida.

¿Has pensado alguna vez en los riesgos de tus actividades habituales en verano? Esta reflexión me parece muy interesante y me gustaría que dedicaras unos minutos a pensarlo.

En algo tan usual como la restauración de muebles hay muchos riesgos que gestionar. Se utilizan diferentes productos químicos decapantes, pinturas, lacas,… Además, se utiliza maquinaria, como lijadoras, y diferentes herramientas, destornilladores, lijas. Todos estos elementos parecen inofensivos porque estamos habituados a utilizarlos de manera cotidiana, pero tenemos que recordar que la mayoría de los accidentes se producen en el hogar.

Para poder gestionar correctamente la seguridad, en primer lugar es necesario que se prepare la actividad, para ello hay que ver que materiales y herramientas hacen falta; si lo que tengo está en periodo de uso y si su estado es óptimo. Si me falta algo tendré que tenerlo antes de poder comenzar mi actividad.

Entre las cosas a tener preparadas también, es importante los EPIs, ya que la mayoría de lesiones de personal especializado se producen en su propia casa, por exceso de confianza y por tenerlo “todo bajo control”.

Cuando ya tengo todo preparado y llevo todos los EPIs es momento de empezar la actividad. Si algún producto o maquinaria tiene unas instrucciones de uso específico es importante seguirlas para poder obtener el resultado óptimo.

El haber previsto y gestionado los riesgos con antelación me permite obtener un mejor resultado final, realizar la actividad con mayor calidad y seguridad y también ser lo más eficiente posible, ahorrando tiempo y esfuerzo.

Y tú, ¿cómo gestionas la seguridad en tus actividades cotidianas?

R.A.