Gestión de las emociones: el comienzo está dentro de ti

Durante las últimas semanas habréis visto que le hemos dado importancia a la gestión de diversos aspectos cotidianos del día a día.

Empezamos hablando de la gestión de la seguridad aplicada al deporte, seguidamente de la gestión de lo inesperado en los viajes, continuamos con la gestión del riesgo en el tiempo libre, dimos un ejemplo de la gestión del contexto en la alta montaña y finalmente vamos a hablar de la gestión de las emociones. Pero, ¿por qué estas variables y no otras? ¿Tienen alguna relación entre sí?

Desde Martin Brainon hemos invertido mucho esfuerzo en investigar cómo las personas toman sus decisiones tanto en contextos cotidianos como en contextos profesionales, y hemos detectado una serie de elementos interrelacionados que aparecen recurrentemente cuando las personas desarrollan una actividad.

Entonces, ¿Por cuál empezar? Para poder realizar una actividad teniendo en cuenta la seguridad y calidad, primero necesitamos regularnos a nosotros mismos, y esto lo conseguiremos gracias a la gestión emocional.

gestion de las emociones

Un pequeño truco para asimilar todo lo que venga después consiste en establecer en nuestra vida un espacio de neutralidad emocional, un momento de serenidad donde poder ordenar los pensamientos. La mayoría de las culturas a lo largo de la historia ya tenían esto presente, ya fuera a través de la oración o de la meditación, prácticas que se han extendido hasta el día de hoy.

Las técnicas de respiración han demostrado su eficacia de manera científica, ya que sirve para dejar a un lado los pensamientos y permite aumentar la oxigenación de las células y así tener más energía para afrontar ‘lo que venga’. La felicidad muchas veces no trata de cuánto tenemos, sino cómo valoramos y usamos lo que tenemos.

Si conseguimos hacer un hueco en nuestras apretadas agendas para nosotros mismos, basta con 10 minutos antes de dormir, poco a poco estaremos más preparados para alcanzar nuestros objetivos con éxito. Esto nos va a permitir aceptar y gestionar mejor todas las emociones que podemos sentir a lo largo del día, implicarnos más en aquello que hacemos y fortalecer nuestra sensación de bienestar.

Porque…

  • Cuando estemos bien con nosotros mismos, podremos gestionar mejor el contexto en el que nos desarrollamos y tener en cuenta más elementos de la situación.
  • Cuando parezca que todo va bien, siempre habrá algún elemento inesperado que suceda y tendremos que estar preparados para saber afrontarlo y seguir adelante con nuestro objetivo.
  • Cuando hayamos aprendido a relacionarnos con el entorno, empezaremos a detectar los riesgos que están presentes en él y cómo hacer para minimizar las consecuencias negativas.
  • Cuando tengamos mucha experiencia en una actividad, habremos conseguido hallar la forma más eficiente y segura de realizarla y desarrollaremos un plan para sucesivas ocasiones.

La gestión de estos cinco elementos forma parte del estado Safeeling. Para nosotros, la gestión de las emociones es el primer paso para poder cumplir con altos requisitos de seguridad y calidad, y esta es la idea que queremos transmitir.

Si te han gustado las últimas publicaciones, quizás debas plantearte asistir a nuestro programa Safeeling, donde te entrenaremos para alcanzar tus objetivos de manera segura y divertida. Estar preparado es la principal fuente del éxito.

¡Esperamos verte pronto por aquí!

U.M.