Tu equipo de alto rendimiento

“La única forma de adaptarse y sobrevivir en un entorno cambiante es a través de la cooperación”.

Con la llegada de las nuevas tecnologías, Big Data, Apps que te ayudan a hacer casi cualquier cosa, y robots que sustituyen a los humanos en muchas de las actividades que se suponían humanas, parece imprescindible tener que adaptarse. Adaptarse o morir, ¿verdad?

Sin embargo, y precisamente por todo eso, es imprescindible capacitar a las organizaciones con equipos de personas que quieran cooperar y puedan aprender juntas, ante todos estos nuevos retos.

Un equipo de alto rendimiento se caracteriza porque:

Es capaz de optimizar los recursos que tiene, materiales y humanos, para producir bienes o servicios por encima de la media.
Consigue más rendimiento que su competencia, y sobrepasa las expectativas con mayor velocidad, exactitud y eficacia, además de lograr llevar a la práctica los valores que le motivan, transformando así la forma en que se trabaja.
Mejora los procedimientos existentes, a fin de obtener los mismos resultados con menos esfuerzo.
Tiene una rutina de innovación. No se conforma, busca soluciones y mejoras continuamente.
Tiene una disposición de ánimo, actitud compartida, volcada y comprometida a fondo con su tarea.
Desarrolla un compromiso cualitativamente mayor que el que poseen los miembros de un equipo de trabajo común y corriente.
La comunicación es cercana, basada en la apertura, sinceridad y respeto. Se tratan con facilidad las discrepancias y diferentes opiniones.
Hay una monitorización mutua del desempeño, se da y recibe feedback.
Utiliza el humor (no el sarcasmo)

Si alguna vez has visto una carrera de Fórmula 1, habrás podido comprobar en directo, cómo se coordina un equipo cuando, por ejemplo, cambia los neumáticos en el box. Es una danza armoniosa, cuidada y veloz, en donde el equipo se transforma en un único organismo con un único objetivo.

Del mismo modo, las Organizaciones Altamente Fiables (HRO, High Reliability Organizations) son aquellas capaces de responder de forma exitosa ante situaciones inesperadas. Estas organizaciones se caracterizan, así mismo, por contar con equipo de alto rendimiento en donde:

La toma de decisiones es compartida.
El rol del líder es compartido por cada miembro, con el objetivo de fortalecer la interdependencia y la toma de decisiones.
La coordinación efectiva tiene un papel fundamental en el funcionamiento y rendimiento del equipo, permitiendo pasar de la subjetividad (ideas propias) a la intersubjetividad (ideas compartidas) lo que por un lado abre la posibilidad de resolver problemas en conjunto, desarrollen modelos mentales compartidos, y un lenguaje común, impactando directamente en el sentimiento de pertenencia.
Son flexibles para adoptar diferentes roles, dependiendo de las situaciones, cambiando y evolucionando según las necesidades de desempeño, así, la responsabilidad es compartida.
Las relaciones entre los miembros son positivas (si la tasa de positividad es más alta que la de negatividad se genera un espacio expansivo con gran cantidad de conexiones y mutua influencia, lo que abre espacios para el aprendizaje)

En este nuevo milenio, merece la pena apostar por el valor de tu equipo, ¡es un valor seguro!

O.P.