Entrevista con José Luís Martínez Adán, CEO en AR MENTAL : PARTE II

  1. De las 5 esferas de gestión que conforman el Programa Safeeling, ¿a qué esfera le das más importancia? ¿Por qué? ¿Cómo crees que es posible encontrar el equilibrio y gestionar las 5 esferas al mismo tiempo?

Todas las esferas son muy importantes, pero una de las principales, para que las demás esferas puedan llevarse a cabo con éxito, es la gestión de las emociones, ya que, un buen control de las emociones ayuda a la mejoría del resto de esferas. Por lo tanto, considero que la gestión de las emociones es la base para comenzar a trabajar en la gestión del resto. AR MENTAL- Jose luis adán racing

Mediante un autocontrol psicofisiológico, se podría encontrar un equilibrio y así poder gestionar las 5. Esto quiere decir, que un control de las reacciones fisiológicas, contribuirán en el control de los pensamientos y por lo tanto, influirá en la consciencia y en la conciencia, lo que ayudará a una mejor gestión de las emociones, del contexto, de lo inesperado, del riesgo y de la seguridad.

Son importantes, porque según las emociones que genere, van a limitar o potenciar las situaciones a las que me enfrente, de forma automática sin ningún control sobre ellas.

  1. En Martin Brainon, entrenamos la gestión emocional como esfera base, para desarrollar correctamente el resto de ellas, por eso nos gustaría saber, desde tu visión como entrenador deportivo, ¿cómo gestionas tu estado emocional y el de tus alumnos cuando surgen imprevistos o accidentes?

En AR MENTAL asociamos las emociones con el nivel de activación que se mide con el nivel de conductancia de la piel, (capacidad de la piel para producir electricidad). Con el aumento de la activación simpática, las glándulas ecrinas producen más humedad, por lo tanto, un aumento de la conductividad de la piel. Es decir, con un aumento de estrés, ansiedad, excitación o cualquier emoción, produce aumentos en la conductividad de la piel.

En un deporte como el motociclismo, la sensación de tensión y presión constante a la que se somete el piloto (en la carrera o durante los entrenamientos) genera un escenario idóneo para que aparezca un descontrol emocional.

De hecho, en este deporte las situaciones estresantes no solamente son mucho más intensas que en otras modalidades, sino que además se dan con mucha más frecuencia. Por lo tanto, eliminar por completo el descontrol emocional se puede calificar como imposible. Lo que se debe realizar es un adecuado control de ambos factores, algo que debe conseguirse a través de la identificación y regulación del nivel óptimo de activación. Uno de los trabajos principales de nuestro cerebro, es mantener una coherencia con nuestro cuerpo. Por lo tanto, si controlamos los parámetros físicos, directamente involucrados en los procesos emocionales, el cerebro tenderá a buscar un equilibrio con lo que estoy sintiendo.

 

Cuando el piloto tiene un nivel óptimo de activación, sus pensamientos se dirigen desde el planteamiento de la situación hacia la ejecución, haciendo que los sentimientos se desencadenen de forma adecuada. Desde el trabajo psicológico se ha de fomentar esta situación, evitando que el deportista caiga en pensamientos automáticos o irracionales que no son fruto de la reflexión y generan fobias e interpretaciones erróneas.

Este control de nivel de activación, tanto en entrenadores como en pilotos, ayuda a un menor riesgo y una mayor seguridad en los entrenamientos o en las competiciones, aumentando así el rendimiento y la calidad de los entrenamientos.

  1. Como expertos en el ámbito del alto rendimiento y partners de Martin Brainon para el desarrollo del liderazgo, nos surge una pregunta básica pero fundamental, ¿por dónde empezar si quieres que tu equipo rinda al máximo de sus capacidades? ¿De quién depende el desarrollo de cada uno?

Para comenzar un programa de alto rendimiento, ya sea en ejecutivos o en deportistas, el primer paso siempre debe ser evaluar las capacidades de cada persona. Por lo tanto, el primer paso es una evaluación de las capacidades para así saber que se debe potenciar y la capacidad de recuperación. En el caso de un deportista, se debe observar su nivel físico, técnico y mental. En el caso de un líder, se debe observar su nivel de autocontrol psicofisiológico, debido a que será lo que influya en sus tomas de decisiones.

El segundo paso será estudiar los resultados y sacar las conclusiones:

  • Que procesos fisiológicos y mentales están fuera del autocontrol
  • Capacidad de recuperación
  • Eficacia de tomas de decisiones
  • Percepción del riesgo

Una vez que se tienen los datos y las conclusiones, el siguiente paso será la planificación del entrenamiento, con objetivos marcados para la persona. En este paso, la persona o el equipo debe de estar presente, para así entender a la perfección los pasos a seguir durante el entrenamiento, así como los objetivos que se marcarán a corto, medio y largo plazo.

Por último, un plan de acción. Definir a la perfección cuando y donde se llevará a cabo el entrenamiento, para así cuando se comience con el entrenamiento, este esté bien definido para obtener un mayor rendimiento de cada uno. El desarrollo depende de cada uno ya que se debe realizar un plan personalizado de conocimiento, capacidad y habilidad.

«Las cosas solo funcionan hasta que surgen los imprevistos»

Aunque el desarrollo no depende siempre de cada uno, debido a que el rendimiento será grupal. En un equipo se deben realizar evaluaciones periódicas, para observar que parte de ese equipo está fallando, debido a que el fallo de un sector puede no mostrar el rendimiento real de todos. Como consecuencia de esto, puede llegar a producirse un mayor riesgo y un menor nivel de seguridad. Si el nivel del equipo es alto, se debe de mantener alto, debido a que esto hará que el líder esté siempre a su mayor nivel de rendimiento.

Muchas gracias por tu colaboración.