De jefe a líder

Son muchos los análisis neurocientíficos que nos muestran desde hace años la disparidad de significados entre la palabra “ líder ” y “ jefe «. La vinculación de estos términos dispara la necesidad de muchos por destacar como líderes en sus organizaciones, ahora que son jefes o tienen personas a su cargo.

de jefe a líder

La paciencia, empatía, entendimiento, cooperación y mentoring, entre otros, solo son remotas cualidades dentro de un espectro mucho mayor.

Hablamos de poseer inteligencia emocional, una parte fundamental para ser buen líder, que le ayudará a conocerse por fuera y por dentro, y, por lo tanto, mantener una actitud equilibrada y saludable emocionalmente.

Pero más allá del propio individuo, ¿Cómo influye el entorno y sus continuos cambios en el día a día de un líder?

Conocerse a sí mismo solo es el primer paso de un proceso interminable, hoy en día las vías de contacto con nuestro entorno profesional se han visto ampliadas, por lo que la gestión social sobrepasa la personalidad de cada uno, convirtiéndose en un imprescindible de todo líder en funciones.

SI trabajamos el liderazgo de lo más interno a lo más externo, es necesario que la persona posea inteligencia emocional, para poder desarrollar una inteligencia social adecuada.

Hoy en día estas teorías se basan en los estudios neurocientificos que demuestran como las competencias interpersonales y relacionales construidas sobre circuitos neuronales específicos y respuestas, inspiran a los demás a trabajar de manera más efectiva.

Como nos explica Daniel Goleman en su libro, “Inteligencia Social. La nueva ciencia de las relaciones humanas”, las personas de nuestro entorno poseen la capacidad de modificar nuestro estado de ánimo, para controlar ese aspecto de nosotros mismos debemos conocer cómo funcionan las relaciones sociales y actuar en consecuencia a lo que aprendemos.

 “Una persona socialmente hábil podría, como lo hace un luchador de jiu-jitsu, reconocer las energías emocionales hostiles y orientarlas para que se tornen positivas“. D. Goleman.

Cómo veis ser un líder no supone un cargo ni necesita títulos, el buen líder demuestra implicación por su trabajo y por quienes le rodean para así nadar en una misma dirección y alcanzar los objetivos y metas de la organización y las personas que la conforman.

A.E