Cuando llega el mes de julio, todos los años preparo mi lista mental con las cosas que me apetece hacer. Y este año quiero dedicarme a jugar. Sí. Voy a buscar juegos diferentes para entrenar mis neuronas y divertirme.
Si las organizaciones utilizan la gamificación, o el “juego serio”, para aprender nuevas formas de alcanzar sus objetivos, gestionar cambios, solucionar conflictos, mejorar la seguridad, motivar a sus colaboradores,… yo he decidido hacer lo mismo.
He descubierto que el juego aumenta el recuerdo vívido (facilitando el aprendizaje), la implicación de las personas que participan en él, la diversión, y la actitud positiva hacia lo que se está haciendo. Esto se consigue gracias a que, los elementos de la gamificación, se benefician del deseo de las personas por competir y socializar, de medir los avances hacia la consecución de metas, superarse a sí mismo, sentirse más motivado e implicado.
Por tanto, si se usan meticulosa y efectivamente, los juegos fomentan la exploración, la autonomía, ayudan a generar soluciones innovadoras, facilitan el trabajo en equipo y dejan mayor poso en la memoria.
Por cierto, si quieres ponerlo en práctica, como yo, el día 30 de julio te invito a participar en este juego en vivo, compártelo y disfruta. Seguro que te deja huella:
Este verano, gamifícate! ;D
O.P.