
Viendo la serie The Mandalorian y a “Baby Yoda” y sus ojos negros pensaba “¡Cómo expresa con su rostro!”. Empecé a reflexionar sobre cuanta información podemos dar sin decir una sola palabra. Este pequeño personaje, con sus ojos, es capaz de expresar cualquier cosa. Porque ya sabéis, los ojos son el espejo del alma. ¿Quieres desarrollar tu capacidad de comunicación?
Esta reflexión me hizo buscar información sobre la comunicación no verbal. Una de estas investigaciones me llevó a McEntee.
McEntee en el libro La comunicación no verbal para el mundo moderno dice: “Por medio de gestos, de las expresiones faciales y de la tensión o relajamiento corporal que se describen, se nos comunica cierta información entre dos personajes”. Por ejemplo, cuando conoces a tu jefe a la perfección, sabes que cuando empieza a tocarse el anillo es que está incómodo o cuando deja los bolígrafos, está escuchándote con toda su atención.
Catalina Pons en su libro Comunicación no verbal nos explica por qué es así: “El cerebro límbico es la clave de la comunicación no verbal, tanto en la generación de sus formas de expresión como en la capacidad innata de interpretar su significado, este hecho explica por qué una gran parte del lenguaje corporal es universal”. Y estarás de acuerdo conmigo, no es lo mismo la forma en la que interpretas un “sigue así” de tu responsable en función de su lenguaje no verbal y su tono.

Por otro lado, Teresa Baró en su libro La guía del lenguaje no verbal, nos dice: “El lenguaje corporal y la voz inciden, de manera mucho más decisiva que la palabra, en la inmensa mayoría de nuestras relaciones”. De tal forma que si tú le preguntas la dirección a una persona y esta te dice que por la izquierda y te señala con el dedo a la derecha, tú no sabrás qué dirección tomar. Además, esta disonancia es una cosa que a tu cerebro no le gusta nada.
Por ello, cuando vayas a comunicar ten en cuenta los siguientes aspectos:
- Utiliza la sonrisa para reforzar comportamientos.
- No utilices excesivamente la gesticulación de tus manos.
- Se natural, todo lo que fuerces tu interlocutor no lo podrá interpretar correctamente.
- Se consciente de cómo tu comportamiento no verbal afecta a tu interlocutor.
- Pregunta a tu entorno más cercano, sobre tus tics y ahora siendo consciente, trata de reducirlos.
- Práctica frente al espejo y descubre las claves de tu lenguaje no verbal.
- Y, por último, prueba, prueba y prueba.
Cómo conclusión, la comunicación no verbal es muy importante para las relaciones interpersonales. Muchas veces esos gestos determinan como percibe el receptor el mensaje que le quieres transmitir y puede tirar por tierra o llevar al éxito, cualquier comunicación.