Gestión del contexto:¿Qué hay valioso a tu alrededor?

Desde hace casi un mes estoy pensando sobre qué escribir en este post. Habíamos acordado que trataría de reflejar cómo es encontrarse en un estado Safeeling, centrándome en la gestión del contexto, y utilizando una experiencia personal vivida durante estas vacaciones.Gestion del contexto

Con esas indicaciones me pareció que podría resultarme muy sencillo hacerlo, puesto que, después de tres años, por fin, me iba a tomar tres semanas seguidas de vacaciones, sí, has leído bien, tres semanas seguidas. Además, me iba a ir a una isla paradisiaca, para descansar, desconectar, y tomar el sol en buena compañía.

Y justo, mi primer día de vacaciones, cuando casi estaba empezando a imaginar la brisa marina en mi cara, me llama mi hermana para decirme que mi madre estaba en el hospital, en urgencias, por una insuficiencia cardiaca.

Estoy tan acostumbrada a pensar que vivo en un entorno cotidiano, sin altibajos, y apenas soy consciente de cómo actúo en él. Sin embargo, ¿cómo cambian mis decisiones en función del contexto? ¿Cómo identifico qué es prioritario cuando el contexto cambia?

Por otra parte, cuando estuve en el hospital con mi madre, que se encuentra bien, por cierto, dediqué algún tiempo a pensar en las situaciones inesperadas, ¿son parte del contexto? ¿Vivimos en una continua incertidumbre? ¿Somos víctimas del devenir de los acontecimientos? ¿Cómo me puedo preparar para esperar lo inesperado, y gestionar los diferentes entornos en los diferentes momentos?

Casualmente, hace poco, un amigo me dijo una frase de Fleming, el de la penicilina no el de James Bond, que dice: “Los virus no son nada, el contexto lo es todo”. Esto, así mismo, me hizo reflexionar sobre la relevancia del entorno, de lo que nos rodea a lo largo de nuestra vida, y cómo, cuando hay algún cambio en el contexto, la vida puede dar un giro, incluso desaparecer.

También me di cuenta de que, al contrario que a los virus, creo que, el contexto únicamente influye cuando nos afecta personalmente o afecta a algún ser querido, si no, básicamente ni lo percibimos. Esta reflexión me llevó a pensar que, detrás del hecho de que algo nos afecte personalmente se encuentra cómo tenemos organizados nuestros valores. Me explico: Un profesor mío ha desarrollado la teoría de los “nueve valores”. Son nueve los valores fundamentales que nos mueven, todos los demás valores imaginables estarán detrás de uno de esos nueve. Estos valores, según mi profesor, se ordenan en tres grupos, que van desde lo que depende únicamente de uno mismo hasta lo que depende casi exclusivamente de los otros. Los valores a los que se refiere son: Respeto, Bienestar o Salud, Amor o Compañía, Justicia, Salud, Paz, Seguridad, Aprendizaje, y Reconocimiento.

Así, imagino que en función de cómo estén priorizados en cada momento, el contexto tendrá mayor o menor impacto en tus decisiones. No es que haya que aprender a gestionar el contexto ni sus inesperados cambios, lo relevante, en mi opinión, puede encontrarse en conocer cómo organizas tus valores en cada momento. Tal vez ése sea el auténtico estado Safeeling.

¡Feliz verano!

O.P.